Acudir al Viñarock es pura devoción, fieles de todas partes
y lugares llegan a Villarrobledo en peregrinación. La cita está marcada, en el
calendario a fuego grabada, ya tienes la entrada y vas directo a la acampada. Tiendas
por doquier, movimiento a tutiplén, el polvo y las caravanas te indican que has
pisado Jerusalén, para algunos el Edén. Tantos rostros desconocidos tantos
rostros por conocer, la cara de aquel te suena y no sabes de qué. No puedes
dejar de calificar las pintas de cada cual, con su estilo peculiar y su extraña personalidad
.


Horas en la acampada, hablando de todo y no hablando de
nada. Chicas guapas que desvían tu mirada. El dichoso Antonio omnipresente,
todo el mundo le tiene en mente. Vecinos y vecinicas se unen a tus juegos
de
beber, con el único fin de pasarlo bien. No eres un auténtico viñarockero si no
pillas la silla cuando tu colega se fue a Sevilla, si no regateas al vendedor
ambulante, si no te duchas en la Karcher.
El tenue brillo del farolillo da a la noche un ambiente acogedor, por la mañana
el calor del sol
es tu mejor despertador.


El camino a los conciertos es tan duro como el de Santiago, aunque
la ilusión por ver a tus grupos preferidos te hace soportar el mal trago. Llegas
al recinto pulsera en mano. Todos identificados como buenos hermanos, hijos del
rap, el punk o el rock, dioses paganos. Mirada desconcertada al ver abarrotada
la explanada, inmensos escenarios te dan la bienvenida a la fiesta esperada. Tienes
un horario organizado de lo que te gustaría ver pero también hay funciones en
las que te cuelas sin querer. Saltar y cantar y vibrar hasta que no puedes más,
hacer el loco en los pogos, buscar al próximo desconocido amigo con el que
chocar.
Después de XX años ya es conocida esta canción: “Al Santo
Viña pedimos, por ser nuestro patrón, nos guie en los conciertos, dándonos su
bendición”. Terminado el festival un sentimiento de tristeza no te deja en paz,
vuelta a la rutina de estudiar o trabajar cuando horas atrás no parabas de disfrutar
.
Sin embargo, a los pocos días se esfuma dicha desolación con la firme convicción
de que el siguiente Viña será mejor que el anterior.

"Santo Viña" Viñarock XX Aniversario, Artículo de Ignacio Martínez, @nachoMartinezSE
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