Un poco tarde, pero aquí llega mi
crónica sobre el XX aniversario del festival ViñaRock, aniversario que nos ha
dejado muy buenos conciertos, disfrutados el doble por el excelente tiempo que
nos hizo los últimos días de abril y primeros de mayo. Al margen de los
múltiples grupos y estilos que se dan cita en el festival, mi presencia allí se
debe básicamente a los grupos de Punk y sus variantes y el Rock Urbano, por
ello mi crónica se centra en las diversas actuaciones de los grupos de estos géneros.
Por motivos académicos no pude asistir a la fiesta de bienvenida del miércoles
29 de abril, por lo cual mi repaso a los conciertos del festival comienza el
jueves 30 de abril. De ahora en adelante voy a intentar resumiros lo que ha dado de sí el ViñaRock 2015.
Mi primer día de ViñaRock empezó
con la actuación de Siniestro Total. He de decir que me esperaba mucho más de
los gallegos, ya los había visto una vez en Toledo y salí bastante defraudado.
En Villarrobledo me propuse disfrutar de sus canciones, cosa que hice, aunque
el sonido no acompañó para nada. Me atrevería a decir que fue el concierto que
peor se escuchó en todo el festival. En cuanto a las canciones, las clásicas de
siempre, festivas, provocativas, que invitan a la reflexión incluso. Temas como
“Todo por la napia”, “España se droga”, “Camino de la cama”, “Ayatolah!”,
“Bailaré sobre tu tumba”, “Cuánta puta y yo que viejo”… fueron coreados por l@s
que allí estábamos, a pesar del deficiente sonido. Poco más que decir sobre
Siniestro Total. Es conocido mi poco gusto por el grupo desde que Julián
Hernández se puso al frente del mismo.
Tras los Siniestro tocó descansar
y cenar un poco, lo que hizo que me perdiera a los Lagwagon, y eso que tenía
ganas de verlos. Con las pilas cargadas nos fuimos a ver a Boikot, que se
marcaron un conciertazo. La fuerza que transmitieron al público hizo que
volviera a confiar en ellos, ya que me tenían un poco cansado de verlos
festival tras festival haciendo lo mismo. No faltaron en su repertorio
canciones como “Inés”, “Skalasnikov”, “De espaldas al mundo” “Hasta siempre
comandante”, “Tierra quemada”, “Grito en alto”, “Sin tiempo para respirar”,
“Mentiras”, “No pasarán” o la archiconocida “Kualkier día” entre otras.
Tras Boikot fuimos a reponer
fuerzas viendo de fondo a Def Con Dos, que siempre hacen que me mueva y coree
“El día de la bestia”. Volvemos a la carga con Kaótiko, que lo hicieron
realmente bien. Yo, que no soy muy conocedor de la discografía del grupo,
disfruté bastante con su potente directo, con su Punk-Rock de calidad. Cerraron
el concierto con “Otra noche”, quizás su tema más conocido, yo diría que el
mejor para cerrar una actuación. Y tras Kaótiko nos fuimos a dormir, pensando
en disfrutar de “otra noche”, en este caso, la del siguiente día.
El 1 de mayo, el día del
trabajador, le empezamos en el ViñaRock a ritmo del Ska de The Toasters. Los norteamericanos
ofrecieron un concierto fresco, algo que se agradecía, con la temperatura que
estaba haciendo a eso de las seis y media de la tarde. Tampoco es un grupo al
que le siga mucho la pista, pero he de decir que fueron eficientes tocando,
personalmente me gustaron, y eso que he leído en algunos artículos que han
perdido mucho con los años. De las canciones que sonaron en su concierto me
quedo con “Weekend in L.A.”
Tras The Toasters llegó la fuerza
y la rabia de Segismundo Toxicómano, otros de los que nos deleitaron con un
conciertazo. Los Segis siguen en plena forma, lanzando auténticos trallazos
distorsionados. Empezaron tocando temas de sus últimos discos, para terminar
con los clásicos habituales en su repertorio. Entre las canciones más coreadas
destacaron “Último asalto”, “Las noches siguen sabiendo a sangre”, “Mi vida”,
“Por ti”, “Pobredumbre” o “Las drogas”, entre otras. Fue un concierto de alto
voltaje que dejó el listón muy alto para las otras actuaciones que vinieron
después.
Tras un pequeño descanso que
aprovechamos para refrescarnos y llevarnos algo al estómago, el maestro Rosendo
empezó a rasguear su Fender Stratocaster en el ViñaRock. Para mí fue uno de los
conciertos que mejor sonó de todo el festival, lo que hizo que las nuevas y las
habituales canciones del de Carabanchel se lucieran mejor. “Amaina tempestad”,
“Sorprendente”, “Vergüenza torera”, “Agradecido” o “Flojos de pantalón” fueron
algunas de las que sonaron. Gran actuación de esta leyenda del rock hispano.
Entrando en la medianoche el
incombustible e incansable Evaristo y sus Gatillazo comenzaron a lanzar dardos
envenenados y escupitajos incendiarios contra todo lo podrido de este sistema. En
hora y media les dio tiempo a deleitarnos con “Nº 1 en USA”, “Hemos venido a
divertirnos”, “Gora mari”, “Esclavos del siglo XXI”, “Jota de la derrota”,
“Comunicado empresarial…”, “Tortura”, “Sr Juez”, “Mucha muerte”, “No love”,
“Sseguratas blindaoss”, “Fascículos” y “Fosa común”, entre otras. De La Polla
Records también sonó algún tema como “Los 7 enanitos”, la acertadísima
“Delincuencia”, la renovada versión de “Txus” y “Odio a los partidos”, que
sirvió para cerrar un gran concierto cargado de verdades incómodas y mala
leche.
La noche se iba calentando y nos
fuimos a ver a los Kaos Urbano. Era la primera vez que el grupo de StreetPunk
de Alcobendas visitaba el ViñaRock y la verdad es que se les dio muy bien, como
si fueran habituales en el festival. Su concierto sirvió de reunión a la mayoría
de punks y skins que por allí andábamos. Sonaron temas nunca antes oídos en el
Viña como “Sexo, drogas y Streetpunk”, “Bronka y rebelión”, “Inadaptados”,
“Divide y vencerás”, “Años salvajes”, “De Madrid al infierno”, “Las calles de
abajo”, “Músika Oi!, “Nacidos del odio”, “Se congeló el amor”, “Anti-español”,
“Tu pasado”, “Los hijos de la calle” o “Larga vida al Oi!”. Salvo por los
problemas habituales del vocalista, los Kaos Urbano hicieron una actuación
bastante sólida que me gustó bastante. Tenía ganas de verlos, que hacía años
que no lo hacía.
Los que cerraron mi segundo día
de ViñaRock fueron los Reincidentes, que esta vez consiguieron hacer un
concierto que no me aburriera. Son impredecibles los sevillanos, son capaces de
marcarse conciertazos y al día siguiente hacer un bodrio. Estuvieron animados y
sus himnos se hacían más llevaderos, cuando me quise dar cuenta ya se había
terminado su show. No faltaron temas como “Rip-rap”, “Vicio”, “Ay Dolores”,
“Cucaracha blanca”, “Grana y oro”, “Móntate una estafa”, “Nazis nunca más”, “Al
asalto”, “La republicana”, “Jornaleros andaluces” o “Jartos d´ aguantar”. Tras
los Reincidentes nos fuimos a descansar, conscientes de que habíamos superado
el mejor día del Viña, pero todavía nos quedaba otra estupenda jornada de
conciertos de la que disfrutar.
Así llegamos al último día del
ViñaRock, que musicalmente comenzó para mí a eso de las seis y media de la
tarde, con la gran actuación de Juantxo Skalari y la Rude Band. Que alegría
supone oír sonar en directo de nuevo las viejas canciones de Skalariak, una de
las mejores bandas de Ska que ha dado la península. A ritmo de Ska disfrutamos
de temas como “Oligarquía”, “Todos los hintxas”, “Vodka revolución”, “Skalari
Rude Klub”, “Jaia” o “Despídeme” entre otros. También nos mostraron canciones
de su último disco. Gran momento el que nos hizo pasar Juantxo Skalari, para mí
otro de los mejores conciertos del Viña.
Cuando ya decaía la tarde, a eso
de las nueve y media le tocó el turno a El Drogas, otro de los maestros del
rock hispano. Lo habitual en sus conciertos es mezclar las canciones de
Txarrena, las de Barricada y las de nueva factura ya sólo firmadas por El
Drogas. Nunca defrauda Enrique Villarreal ya sea cantando “Azulejo frío” como
“En la silla eléctrica”, “Oveja negra”, “No hay tregua” o “Blanco y negro”.
Y tras el Rock Urbano de El
Drogas llegó la apisonadora de Non Servium, el Brutal Oi! en estado puro, haciendo que fuera otro de los conciertos que me hizo
vibrar. Sublime actuación, digna de un grupo de grandes festivales. Con permiso
de Kaos Urbano, seguramente fue el concierto en el que más punks y skins nos
concentramos. El rodillo de Non Servium se hizo sentir con temas como “Tu ira”,
“Civilización”, “El rodillo del kaos”, “Todos al suelo”, “Ratas”, “Violencia”,
“Sangre por sangre”, “Nuestra lucha”, “El espíritu del Oi!”, “Torpedo”, “Punks,
Skins” o “Mata hippies”. Simplemente brutales, los Non Servium son como el buen
vino, mejoran con el paso de los años.
Al filo de la media noche
actuaron Los Suaves en uno de sus conciertos de la gira de despedida, gira de
despedida que quizá sea la penúltima o la antepenúltima… porque Yosi y los
suyos siempre andan igual. Musicalmente no tuvo nada que reprochar excepto la
actuación de Yosi, que en sus habituales estados de embriaguez hizo que el show
se desluciera mucho. Canciones como “Mi casa es el Rock and Roll” o “Dolores se
llamaba Lola” hubieran sabido mejor si el cantante hubiera estado un poco menos
achispado. Pero que se le va a hacer, Yosi y Los Suaves son así y siguen siendo
unos genios.
Y para cerrar este estupendo XX
aniversario del ViñaRock, ya entrada la madrugada, nos fuimos a ver a Marky
Ramone`s Blitzkrieg. El que fuera batería de los Ramones sigue haciendo
versiones de su banda originaria, bien llevadas por los músicos que le
acompañan. La actuación, simple y directa, como la de los Ramones originales,
con el siempre presente “one, two, three,
four” como grito de guerra. No faltaron los clásicos del Punk-Rock de toda
la vida: “Teenage lobotomy”, “I believe in miracles”, “Rock ´n´Roll
highschool”, “Surfing bird”, “Beat on the brat”, “The KKK took my baby away”,
“Sheena is a punk-rocker”, “Pet sematary” o el archiconocido “Blitzkrieg bop” entre
otros temas. Para mí el único aspecto negativo es que a Marky Ramone no se le
tratara como a un grande y le pusieran en el escenario de los grupos de
versiones, en vez de en uno de los principales.
Y esto ha sido todo lo que ha
dado de sí esta vigésima edición del ViñaRock, una edición fantástica en la que
se han mejorado muchos aspectos como el acceso y la salida del recinto y la zona de conciertos o la instalación de
servicios portátiles en la zona de camping. La nota negativa de esta edición
fue la total descoordinación existente el domingo 3 de mayo cuando los
viñarockeros decidimos volver a nuestros lugares de origen. Las salidas
taponadas y colas kilométricas de coches intentando salir. Mis compañeros y yo
tuvimos que esperar cuatro horas para poder salir de la zona de aparcamientos
del ViñaRock. A pesar de todo, ya estamos deseando volver el año que viene
(según el cartel jajajaja).